Creo absolutamente en el amor, siempre he creído y crecido con la convicción de que el amor y la fe es lo que nos mueve por el mundo, creo que sin tomarlo en cuenta lo dejar pasar por alto muchas veces en mi vida porque de algún modo sabía que no había encontrado ese amor incondicional; el amor bonito que me merecía, el amor que lo arriesga todo, el amor que comparte, el amor que protege, el amor que cuida, el amor que ve mucho más allá de un cuerpo físico, de un estereotipo, el amor que te toca el alma y lejos de sentir una revolución de mariposas en el estómago te quita el habla, hace que los minutos sean eternos cuando no estas con esa persona y que el tiempo se detenga cuando estas con ella, que lo importante sea vuelva diminuto y que la magia de perderte en su mirada sea lo que te aleje de la vida y su caos, donde encuentras “ese” lugar en el cual te sientes pleno aun sin hablar.
Tuve algunos novios, relaciones turbias e inmaduras, obviamente me sentí muchas veces en este remolino del amor donde crees que es y la ilusión que acompañan, estas experiencias no niego se sintieron bien en algún momento pero vamos, siendo muy realista jamás visualice honestamente nada con esas personas; pero qué te puedes esperar en la adolescencia y qué te puedes esperar en tu etapa universitaria donde te encuentras eligiendo lo que se supone y dicta la sociedad que tienes que elegir como carrera para que te alimente el resto de tus días, no mal interpreten sigo amando mi profesión de alguna manera, primero la ame porque era la forma de salvarme a mí, luego la ame porque a través de ella era la forma de ayudar a otros a encontrarse y eso de alguna manera me hacía encontrarme o regresar a mí cuando me sentía perdida, no todos los casos aplicaban obviamente pero era la forma más humana que encontré para salvarme y tener la dicha de poner un granito de arena en la vida de otros; cuando tuve mi primera “crisis amorosa” decidí que mi ética profesional estaba en juego, suelo ser muy estricta con muchas cosas y con mi persona, alguien a quien amo incondicionalmente me dice que soy muy blanco y negro, siempre se lo refuto porque es muy perfeccionista y muy obstinado y porque no creo ser así, al menos no del todo solo creo que hay cosas muy claras, cosas que son y cosas que no y otras que efectivamente pueden ser grises, creo en la doble moral, porque aplica para todos y no de una manera donde nos metamos el pie, si no que siempre aun sea en una manera muy básica o pequeña veremos por nuestros intereses, esto no es malo, al menos no para mi, de ahí parte tanto los que mucho hablan del amor propio, malo es pasar por otros porque no es lo justo pero bueno ya encontrare la forma de escribir sobre ello después. El caso es que en estas etapas de la vida hay mucha incertidumbre, mucha influencia, mucho ruido y mucha inmadurez, donde creemos que todo lo que brilla es oro y desafortunadamente no siempre es así.
Nunca me consideré una romántica de la vida, tenía algunos destellos de cursilería en mi pero nunca fui capaz, al menos no del todo experimentarlos en su totalidad, primero porque me puse muchas corazas para protegerme que esto siempre ha sido mi prioridad, más después de ciertas vivencias. Me di por vencida y cerré la puerta de mi corazón, la puerta del amor y como en el texto pasado ya sabrán como termino esto; para ser sincera no me arrepiento de las cosas que suelo hacer, pero podría decir que esta vez me “arrepiento” algunos días porque me está constando demasiado “darle vuelta a la página, “relajarme”, “superarlo”, “soltar”, “dejar de exagerar mis sentimientos y emociones” y todas esas cosas que te dice la gente cercana como consejos “reparadores” cuando lo único que vez es oscuridad y sientes intensamente todo; esta es una parte de mi vida que jamás quise y tuve intención de que tuviera fecha de caducidad, pensé y anhele con el corazón que esta era, que me lo merecía y que por las experiencias anteriores era lo que me había ganado, me gane el cachito de lotería sin comprarlo y aun así me tocó el premio mayor y tal vez eso era demasiado bueno para ser verdad, me sentí la más afortunada, la más feliz y había días donde despertaba y no me la creía. Desafortunadamente, todo en esta vida tiene fecha de expiración, todo caduca, las cosas se extinguen, se terminan, se acaban o tienen un final, la verdad no lo vi venir, hasta hoy sigo sin creer que haya querido terminar, que haya tenido que darle fin a esta historia de mi vida, en las rupturas comúnmente nos preguntamos qué hicimos mal, en qué fallamos, qué nos faltó dar y cuáles fueron los errores que nos llevaron a que terminara, hoy creo que ya nadie cree en el amor romántico y no es romantizarlo como si fuera una película, es porque hoy creo que ya nadie cree en el compromiso, se aferran a que funcione y le dan un comienzo con un rush enorme y después al cabo del tiempo deja solo de ser o de interesarnos, ojalá nos aferráramos como cuando empezamos toda relación, los comienzos siempre muestran la mejor versión de nosotros, de la relación y es por ello que se romantiza, pero qué pasa cuando el enamoramiento se “extingue”, cuando la convivencia enseña otras partes nuestras; en mi caso tengo un problema obsesivo compulsivo con la limpieza, pensaran qué tan malo puede ser? Créanme se vuelve un calvario y ojo no solo para quien lo vive contigo, también lo es para mí, no de la misma forma pero lo es, no podía irme a dormir sin dejar nada fuera de su lugar o dejar vasos o platos en la tarja, muchas veces me ponía de tarea hacerlo, a veces lo lograba otras literal ya acostada era tanto mi control que me paraba de la cama a lavarlos, o acomodar la sala que dejaba con los cojines fuera de lugar, se vuelve parte de ti que quisieras tener más autocontrol sobre ello pero también estresante y agobiante para quien vive contigo, créanme lo he confirmado, al menos deje de doblar ropa sucia para el cesto y se siente bien dejarla hecha bolita y otros pequeños grandes logros que yo misma me celebro y aplaudo porque solo yo soy consciente de ello, también es poder dejar vasos sucios en la tarja, nadie lo ve, nadie me lo celebra pero para mi es una satisfacción que al menos por hoy lo logré suena una estupidez pero les prometo no lo es, menos cuando no es visible para tu pareja. En fin, pues resaltan estos rasgos nuevos que no es que escondamos, pero la convivencia como pareja cambia cuando la decisión de mudarnos se vuelve real, en mi experiencia fue peor porque de alguna forma ya lo había vivido y mi ex pareja no, gente cercana me decía enséñale, no mamsss eso no se enseña se aprende con el tiempo y ahí entra la tolerancia de ambas partes y que tan dispuestos estamos a que lo que romantizamos no se extinga, que solo lo veamos con amor y entendimiento, siempre decía que yo no hacía nada en mi casa, que lo que hacía era silbarles a los animalitos de la creación para que mi casa estuviera impecable, que siempre estuviera limpia y todo en su lugar, que oliera bien, que la ropa sucia no se acumulara, que la tinto estuviera a tiempo, que nunca faltara lo indispensable; creo que en algo que coincidíamos mucho es que tu hogar es tu templo y eso ayudo durante un tiempo y son estos detalles que parecen sin importancia pero que de alguna manera van deteriorando la relación, amo las sobremesas pero me era imposible hacerla cuando estábamos en casa porque en cuanto terminábamos de comer me paraba a limpiar y lavar todo lo que quedaba en fa porque me estresaba, por eso siempre prefería tener este tipo de dates fuera, para él era irme a la calle a gastar, para mí era mi paz mental y dedicarnos tiempo 100% sentados en un ambiente fuera de casa, platicando como cuando cada quien vivía en su casa, se nos olvidó que fuimos novios y se nos olvidó lo que nos llevo a convertirnos en pareja y no en roomies, se nos olvidaron todos los detalles del principio, se nos olvido que nos mudamos y hubieron grandes cambios en poco tiempo, que los ambientes modificaron, en los últimos 3 años me dude 5 veces! Pero nadie lo noto y caí en un profunda depresión donde me sentí más sola que nunca, aun no se va, estoy trabajando en ello como puedo y con lo poco que tengo, no la pasaba del todo mal, porque al final siempre encontraba consuelo en el y fue mi refugio y mi hogar, pero son cambios que al final necesitaban ajustes y mucha paciencia, uno de nuestros sueños como pareja era vivir en varios lados y ya saben que soy interiorista frustrada y era como yeiii tendré que formar muchos hogares lejos y dejar mi huella y luego un día poder regresar a ellos y recordar lo que a el se lo olvido que si construimos, hasta hoy puedo recitar mi dirección de LDN y no es necesario cerrar los ojos para acordarme de mi entrada y del “cuchitril” como le decíamos de cariño por Shrek el cual hicimos un hogar de el. Es un cúmulo de situaciones que suceden, desaciertos y errores que dejamos pasar, creo que lo que más nos afectó fue la gran comunicación que teníamos y luego se convirtió en no quiero decir esto para ahórrame un problema y al final por ahorrarnos estas discusiones, se acabó la paciencia de uno, mientras una sigue esperanzada.
Entonces me pregunto existe de verdad todo este amor romántico? O solo me lo inventé yo el día que me volví una romántica en potencia cuando llego el a mostrarme todo este camino incierto y desconocido? Lo que más extraño de él son las cosas pequeñas que hacían grande mi vida, el sentirlo a mi lado aunque roncáramos, aunque a veces me costaba trabajo respirar porque subrazo o su pierna me aplastaran pero dentro de ello me sentía segura y completa, el poder contemplarlo en las noches porque nocturna, él lo hacía en la mañanas cuando le ganaba al despertador, esas cosas tan simples de la vida que no tienen precio, desde como me hacía el desayuno y lo llevaba a la cama, hasta su olor… y es que hay días donde quisiera dejar de sentir todo este dolor y poder seguir con mi vida como él se lo ha propuesto, que dicha y que valor, pero otros días me aterra el simple hecho de hacerlo porque es de alguna manera olvidarlo y olvidarnos y es lo que hoy menos quiero, porque está en todos lados, unos días más que otros hago recuento de los detalles, de los más mínimos para no sentir que lo estoy perdiendo de nuevo y aunque duela me regreso a los días donde fuimos más felices y fuimos él y yo que es lo más importante, la conexión que tenemos no se actua, no se finge pero al final para algunos somos importantes, mientras que para otros no tanto y solo hay que fluir con la corriente de la vida, pero al final del día solo andamos de paso por esta vida… Que duro y que difícil soltar a cuando solo quiero que regresemos y no a lo que éramos sino a algo mejor, duele y hasta hoy no ha dejado de doler, incluso duele aún más; por mi parte les deseo de todo corazón que tengan alguna vez la dicha de vivir un amor romántico, desde la perspectiva saludable y que la fecha de caducidad con su persona sea cuando dejemos el plano terrenal y no cuando las fuerzas para luchar les coman, en esta vida todo se resuelve menos el que tengamos que partir un día.
Por los amores que llevamos con nosotros y nunca se van, porque nunca dejemos de creer y dar amor, porque que bonito que es amar incondicional, por lo que fuimos y aun creo somos…