Doble moral...
- Ika
- 15 dic 2023
- 5 Min. de lectura
Hola hoy decidí de hablar un tema que creo genera mucha controversia, pero siempre me ha gustado hablar de ello, porque soy fiel creyente que en todos nosotros radica la doble moral. Cuando empece con esta idea de escribir terapéuticamente y hacerlo público me acerque a uno de mis mejores amigos, quién me ayudo con todo este proceso y el único que sabía lo que quería hacer con el blog y a quién le pedí su punto de vista al respecto, me escuchó y lo primero que hizo fue preguntarme: “estas lista para abrirte tanto y hablar de tus emociones más profundas en la vulnerabilidad que te encuentras y te conozcan o no, la gente no sólo de juzgue sino también te critique? Estás en un momento muy vulnerable y hay gente que solo opina porque tiene boca y se siente con el derecho sin saber lo que hay detrás”. Sinceramente no pensé en eso cuando se me ocurrió la idea hasta ese momento pero aun así sentía que era un forma de ayudarme a mí misma; siempre he escrito, escribo desde que soy muy chica, pero siempre tuve esta parte reprimida de que era muy raro hablar de las emociones y los sentimientos tan abiertamente, en casa hemos sido educados para ponernos de pie en fa y seguir con la vida cuando sentimos que hemos “fracasado” o nos sentimos abrumados cuando las cosas no nos salen, así que siempre que escribía terminaba desechándolo o quemándolo como una forma liberadora de sacar lo que cargaba y llevaba por dentro.
Uno carga con heridas del pasado, siempre he pensado que no hay problema chico, no hay problema que pese más que otros, simplemente son problemas y cada quien ve su vaso desde su perspectiva, para unos es más fácil sobrellevar las situaciones para otros no lo es tanto. Desde niña mi forma de comunicar siempre fue a través de la escritura, siempre que intentaba hablar de un tema profundo o que me dolía o me causaba conflicto y a otros controversia prefería hacer una carta, ya sea para mi o para la persona con la que quería platicarlo, era mi manera de expresar realmente lo que sentía sin tapujos, con prudencia y cuidando siempre el respeto hacia los los demás, sentía que podía explicarme y expresarme mejor y ser más empatica sea cual fuese la situación, se nos olvida muchas veces que la persona que esta del otro lado siente también y escribir ayuda a procesar y poner en orden esos pensamientos sin la necesidad de que la verborrea salga a flote y luego te arrepientas de cosas que no quisiste decir pero en el rush de la plática, intercambio verbal o discusión salen. Muchas veces queremos expresar todo con palabras, pero no es nuestro único lenguaje o canal para hacerlo, más bien creo estamos programados para hacerlo desde que aprendemos a hablar, como cuando somos bebes y apuntamos a las cosas que queremos y mamá o papá te dicen pídemelo, cómo se dice? Y te fuerzan a hablar para aprender a comunicarte “mejor”.
Mucho de nuestro lenguaje creo yo nace desde nuestra personalidad, desde nuestro interior y expresamos desde nuestra alma, desde nuestros deseos, desde nuestros anhelos y muchas veces el ruido externo nos confunde o crea mucha contaminación en la intención de lo que realmente queremos comunicar o como queremos ser escuchados. En este proceso por el cual me toca pasar hoy, estoy tratando de abrazar mi espiritualidad más que nunca, siempre he sido de la idea que pedimos cuando más necesitados estamos, pero no somos agradecidos cuando estamos estables, me considero una persona agradecida, suelo hacerlo con frecuencia, pero justamente ahora en mi situación he dejado de encontrar mucho sentido a esas cosas pequeñitas que antes lo tenían y hoy parecería que no.
Me considero una persona que siempre se ha protegido, más sin embargo, muchas veces suelo protegerme tanto que mi mascara de protección da muchas falsas ideas de quién soy realmente, podría decir que muy poca gente me conoce y poca gente conoce mis heridas de verdad, siempre he tratado de mostrarme como una persona con una coraza muy fuerte y eso ha hecho que mucha gente mal interprete quién soy y mi forma de ser ante ciertas situaciones y la aceptación es parte de mi vida, siempre he tratado de conducirme de la mejor manera para mi bien y el bien de los demás y no importa que tanto me esfuerce para ser mejor cada día, no importa cuales sean mis herramientas para levantarte o al menos en mi caso obligarme a hacerlo, siempre sin importar cuanto luches te tocará ser el villano o el victimario en la historia de alguien; serás criticado, serás juzgado porque desafortunadamente es parte de nuestra humanidad, hablamos de lo que no sabemos y mucho más de lo que carecemos muchas veces, a la gente le falta empatía, le falta amor y muchas veces les sobra ignorancia para conocer qué hay detrás de la otra persona, las heridas que carga, sus dolores y sus inseguridades.
La doble moral esta entre nosotros todo el tiempo, lo comente en mi texto anterior, no malinterpreten, todo tiene un lado positivo y otro que podríamos considerar negativo, aunque no creo que todo sea o tenga que ser bueno o malo, solo es nuestra perspectiva; siempre he dicho que existen 3 versiones; la mía, la tuya y la real y solo nos toca estar en ciertas situaciones o posiciones dentro de esta vida. Hoy más que nunca intento estar abierta, abrazar la soledad y sentir cada una de las emociones que estoy viviendo, la mayoría no son las que quisiera pero al final son las que estoy sintiendo, estoy tratando de abrir mi espiritualidad más para poder ayudarme y aquí señores hay espacio para todo, menos para la mala intención lo dije en mi introducción es mi perspectiva, es mi forma terapéutica de avanzar con un dolor que muchos pueden conocer e identificarse pero que en cada uno habita de forma muy distinta, aquí nada es personal, ni direccionado a nadie, nadie es víctima, ni nadie es villano, es la vida actuando y los sentimientos y emociones hablando. Diría mi abuela: “las suposiciones son las madres de las cagadas”, no supongamos, no hagamos interpretaciones que no nos corresponden y no minimicemos el sentir de nadie, nosotros solo andamos de paso por esta vida y no somos jueces de nada, ni nadie, venimos a ser espectadores y a tratar de vivir la vida lo mejor posible, así es este juego, cuando les haga mucho ruido algo recuerden que la doble moral saca nuestros verdaderos colores y nuestro verdadero yo, nunca sabemos como actuar hasta que nos toca estar en el juego y como ejercicio pensemos en un Robin Hood y analicemos todos los escenarios antes de señalar, aquí no venimos a encontrar baches y crear conflicto, venimos a ser nosotros y a amar con intensidad todo lo que la vida nos regala.
Les comparto algo que me quedo muy grabado en mi meditación de hace unos días “Horna tu verdad y honra a tu voz interior” solo tu sabes que llevas dentro, solo tu sabes y conoces tus intenciones, honralas y siempre trata de esparcir amor que tanta falta hace en este mundo antes de emitir un juicio de valor.